Todo sobre la sangre

¿Qué es la sangre?

La sangre es un tejido vivo compuesto por elementos celulares y un líquido acuoso, llamado plasma. Su función principal es el transporte de oxígeno y otros elementos necesarios para el desarrollo de las funciones vitales.

Componentes

La sangre está compuesta por glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos suspendidos en le plasma.

De la sangre que se extrae a los donantes se obtiene:

* Glóbulos rojos (hematíes): Se utilizan para el tratamiento de hemorragias y anemias. Transportan el oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del organismo. Su déficit (anemia) provoca una carencia de oxígeno en los órganos vitales de los enfermos.

* Plaquetas: Son utilizados en casos de hemorragias relacionadas con falta de plaquetas y pacientes oncológicos. Las plaquetas intervienen en la coagulación de la sangre, impidiendo las hemorragias que pudieran ocasionarse en las arterias, venas y capilares. Su déficit (trombopenia) es frecuente en las enfermedades malignas de la sangre (leucemias) y tras algunos tratamientos del cáncer, provoca la aparición de hemorragias graves.

* Plasma: Con poco uso en la hemoterapia, se envía a las plantas de hemoderivados para producir albúmina, útil para tratar a los pacientes con enfermedades hepáticas y quemaduras. El plasma, parte líquida de la sangre, está constituido básicamente por agua y proteínas (factores de la coagulación, anticuerpos y albúmina) que intervienen en múltiples procesos metabólicos básicos para el organismo: la coagulación de la sangre, la inmunidad y el transporte de varias sustancias y medicamentos. El plasma se utiliza para elaborar concentrados específicos de proteínas, para tratar varias enfermedades como  la hemofilia y otros defectos de la coagulación, inmunodeficiencias con riesgo de padecer múltiples infecciones graves y trombosis, entre otras.

Grupos Sanguíneos

Los grupos sanguíneos son unas sustancias que se encuentran unidas a la membrana de muchas células de nuestro organismo. Entre estas células encontramos los hematíes o glóbulos rojos. La presencia de estas sustancias determina el grupo sanguíneo y la compatibilidad a la hora de realizar transfusiones de sangre.

Hay muchos grupos sanguíneos, pero los dos más importantes son el grupo ABO y el grupo Rh.

El grupo ABO

La sustancia que determina este grupo sanguíneo son los azúcares, y según su composición, encontramos cuatro grupos: A, B, AB y O.

Un paciente
del grupo:

podrá recibir sangre de un donante del grupo:

 

1a. opción

2a. opción

3a. opción

4a. opción

AB

AB

A

B

O

A

A

O

 

 

B

B

O

 

 

O

O

 

 

 

Una persona del grupo AB es un receptor universal, porque puede recibir sangre de cualquier otra persona; mientras que una persona del grupo O es un donante universal, porque puede donar sangre a cualquier otra persona.

El grupo RH

El grupo RH se divide en Rh positivo y Rh negativo. Las personas con Rh positivo sólo pueden donar sangre a las personas con Rh positivo, mientras que las personas con Rh negativo pueden donar sangre a todo el mundo, tanto con Rh positivo como negativo

Modalidades de donación

La donación de sangre, en cualquiera de sus modalidades, es un acto anónimo, voluntario y altruista, y siempre se realiza bajo vigilancia de personal cualificado.

Además de la donación de sangre tradicional, existe la donación por aféresis.

La aféresis es una modalidad de donación de sangre en la que se separan desde un principio los diferentes componentes de la sangre: Glóbulos rojos, Plasma y Plaquetas

Mediante una máquina (separador celular) que incorpora un sistema de centrífugas adaptado, se separa las plaquetas del donante y posteriormente se le devuelven por la misma vía de acceso los demás componentes (fundamentalmente los glóbulos rojos).

El proceso se realiza con un solo pinchazo en la vena, en un circuito estéril desechable, diseñado para garantizar la máxima seguridad tanto para el donante como para el receptor. Todo el proceso dura aproximadamente 2 horas.

El producto final que se obtiene es el equivalente a una dosis terapéutica, es decir que las plaquetas procedentes de una donación son suficientes para una transfusión. En cambio, en el caso de las donaciones de sangre convencionales, es necesario transfundir plaquetas de unas 6 donaciones, es decir, de 6 donantes diferentes.

Este tipo de donación se puede hacer con una frecuencia muy superior a la de sangre, porque los componentes se recuperan de forma natural en menos de una semana. La duración del proceso es habitualmente de una hora como máximo y la tolerancia por parte del receptor, muy buena.

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